El aislamiento es el método más rentable que hoy existe para mejorar la eficiencia energética en los edificios. Igualmente, ofrece un enorme potencial para hacer frente al cambio climático, la dependencia energética y el fomento de la competitividad. En la actualidad, una parte importante de la energía final se consume en los edificios (40%), por lo que éstos ofrecen un altísimo potencial de reducción del consumo de energía. En calefacción y refrigeración, representan por sí solos el 64% del consumo de energía de una vivienda.
Alrededor de la mitad de esta energía se utiliza para mantener las temperaturas interiores a niveles confortables, cuando éstas se pueden guardar de una manera rentable y sin comprometer la calidad de vida ¿Cómo? Gracias a la utilización de materiales de aislamiento tanto al calor como al frío.
